edicións espontáneas

Miami. La urbanización extensa

En abril de 2008 visitamos el Centro de Diseño Urbano y Comunitario de la Universidad de Miami, y durante una semana experimentamos el estilo de vida en una ciudad organizada a lo largo de carreteras. La cantidad de viario (infraestructura pública) por edificio (estructura privada) es extremadamente alta, frente a la baja densidad de la ocupación del terreno que requiere mayores longitudes de infraestructura para distribuir servicios municipales. Los quilómetros de viales necesarios para conectar cada pedazo de áreas residenciales sirven solamente un tipo de actividad, y puesto que la vida diaria implica una gran variedad de actividades, los residentes de las áreas residenciales de Miami usan una gran cantidad de tiempo y dinero para moverse de un lugar a otro. Como la mayor parte de este movimiento ocurre en automóviles, los muchos fragmentos desasociados de áreas residenciales es el paisaje más claramente visible de la ciudad.

No hay apenas espacios públicos y parques en los suburbios de Miami, debemos conducir un rato largo para poder caminar o encontrarnos con gente. No hemos encontrado con gente caminando en las aceras de los suburbios. La urbanización difusa marca el crecimiento urbano actual, donde los antiguos barrios históricas como Coral Gables o Coconut Grove se recorren como figuras extrañas de otro tipo de experiencia más humana, alejada a la que proporciona el aislamiento del viaje en coche. El patrón urbano de Miami es racional y comprensible, su funcionamiento es en gran parte predecible, es un sistema organizado para vivir, pero, este sistema es en sí mismo insostenible. Incluso con densidades demográficas relativamente bajas, no es un tipo de crecimiento sano, es difícil de mantener económicamente y consume mucho suelo, produce problemas de tráfico, aumenta el aislamiento y la segregación social, extendiéndose lentamente sobre áreas naturales. Mientras el anillo de las áreas residenciales crece alrededor de la ciudad, se vacía el centro. Incluso mientras se intenta revitalizar barrios y distritos financieros céntricos, el anillo interno de suburbios incrementa sus problemas, pierde habitantes y negocios que se trasladan a localizaciones en un nuevo borde suburbano más económico.

La partícula elemental de los suburbios de Miami es la casa unifamiliar. El modelo actual es la versión de la comida rápida del sueño americano, la llaman la McMansion. Sus raíces se pueden encontrar en la casa rural, o la cabaña en los bosques de los primeros colonos. A diferencia de sus precursoras la McMansion está situado en el centro de una parcela. Como sus contrapartes culinarias, la McMansion proporciona un valor excelente para su precio. Dólar a Dólar, ninguna otra sociedad se acerca a los Estados Unidos en términos de número de metros cuadrados por persona en la vivienda, número de baños por dormitorio, número de aparatos en la cocina, calidad de la climatización, y espacio para garaje. El problema para la mayoría de los residentes suburbanos, se encuentra al minuto de dejar este “refugio”, y enfrentarse a un entorno monótono y agotador. Entran en sus coches y emprenden un viaje a la banalidad hasta llegar al interior de su siguiente destinación. Los americanos tal vez tengan uno de los espacios privados más confortables del mundo desarrollado, pero su espacio público esta falto de humanidad. Enfrentado a subdivisiones repetitivas, vías sin árboles, y aparcamientos extensos, el ciudadano encuentra pocos espacios públicos dignos de visitar. El papel de los habitantes de la ciudad en este ambiente es como el del motorista que compite con el asfalto.