Vivienda colectiva Vivienda Protegida
Pensar en futuro es siempre una ocasión para darnos cuenta de las aportaciones realizadas hasta ahora, de las necesidades no resueltas, y de las prioridades que deberán ser planificadas. La vivienda en general, y también la vivienda pública, pese al actual contexto económico, no se piensa únicamente como un producto que satisfaga nuestras necesidades de habitar, sino como mercancía para ser vendida, un capital que tiene unas expectativas de futuro e incorpora el valor del urbano que genera. No se habla de la vivienda como necesidad social, sino como un objeto más del mercado. Si en cien años de construcción de vivienda social observamos que el acceso a la vivienda de las clases con menos recursos nunca se dio por solucionado, y sigue siendo un problema, se hace necesario reflexionar sobre las soluciones dadas. Con esa intención promovimos esta web y surgió la publicación del libro VIVIENDA COLECTIVA VIVIENDA PROTEGIDA, de lo que podéis ver extractos en la web.
Con el deseo de continuar generando debate acabamos de organizar una pequeña exposición en la Conselleria de Vivenda de la Xunta de Galicia sobre la vivienda social, la presente, pasada, y futura, un resumen a traves de 37 actuaciones hechas en Galicia entre 1911-2012, una imagen que pensamos como itinerante, con posibilidades de crecer, y con la intención de crear opinión allí donde se muestre. Junto con imágenes de ella, publicamos aquí un extracto de nuestra colaboración en el programa cultural MIRAXES de la TVG, agradeciendo a su equipa el interés que pusieron en retratar alguno de los barrios de vivienda social, su transformación, y las personas que desde ellos están aportando una visión creativa de su entorno.
El acceso a la vivienda es una de las preocupaciones más importantes a solventar socialmente, pero a nivel del debate arquitectónico, también territorio y ciudad son cuestiones a las que las nuevas generaciones de arquitectos nos acercamos con la curiosidad de comprender para estimular el contexto de nuestros proyectos, aceptando una triste posición de espectadores, conocedores de la actual imposibilidad de decisión sobre los mecanismos que las regulan y la inercia que la economía y el mercado imponen. Hace tiempo que los arquitectos nos replegamos sobre el diseño, hacia el interior del espacio que envuelven nuestras construcciones, quedando fuera de un debate que dejó huérfana a la sociedad de una visión más humanista en el aporte de soluciones a la mejora de la habitabilidad de los entornos que usamos, y de la definición de los grandes conceptos que dan sentido a nuestra profesión, como el significado de habitar, o construir. Por eso el debate que hoy en día se proyecta desde la arquitectura no es social, es objectual y espacial, incluso entre los arquitectos más conscientes de su función social, las soluciones aportadas sólo intentan adecentar el producto diseñado, procurando una mejor relación entre su coste y el valor de uso, repensando una y otra vez el bloque.
Esta exposición, la existencia de esta web, un libro, cualquier medio se hace poco para que se hable de la necesidad de vivienda para todos. Pero no es suficiente para transformar la situación actual. Frente al mundo virtual que impulsa el consumo, y al creciente individualismo de la sociedad occidental, es cada vez mayor el número de personas que necesitan de vivienda y no pueden pagarla. Esa dicotomía, entre el deseo y la necesidad, nos hace pensar en un futuro que puede cambiar sí la sociedad adquiere protagonismo en la toma de las decisiones que afectan a su convivencia y bienestar. La vivienda debería ser un bien social, al igual que la educación y la sanidad, ¿puede ser esto posible?, ejemplos hay …